Crianza helicóptero

La crianza helicóptero es un estilo en el que los padres se involucran de manera excesiva en la vida de sus hijos, interviniendo en cada aspecto y protegiéndolos constantemente de dificultades o fracasos. Este enfoque implica que los padres tomen decisiones por sus hijos, resuelvan sus problemas y eviten que enfrenten situaciones en las que puedan aprender a gestionar errores y desarrollar autonomía. Aunque surge de la intención de proteger, este estilo puede limitar la capacidad de los niños para desarrollar resiliencia y habilidades de resolución de problemas, afectando su bienestar emocional a largo plazo.

Algunos estudios han señalado que esta sobreprotección puede tener consecuencias negativas en el desarrollo de la primera infancia, ya que impide que nuestros pequeños aprendan a enfrentar y superar desafíos por sí mismos. Por ejemplo, investigaciones realizadas por Seay y Kohl (2011) y Schiffrin y Liss (2017) han documentado cómo este estilo de crianza puede impactar en la independencia y en la capacidad para gestionar la frustración en los niños.

Errores comunes

A continuación os presento un resumen de las consecuencias de este estilo de crianza, fundamentado en estudios y fuentes de expertos en Psicología y desarrollo infantil.

2.1. Permite que enfrenten desafíos

  • Error: Rescatarlos de cualquier problema.
  • Alternativa: Dejar que enfrenten retos y busquen soluciones por sí mismos.

Cuando los niños se enfrentan a pequeños obstáculos, aprenden a gestionar el estrés y a desarrollar habilidades de resolución de problemas. La investigación en Psicología del desarrollo respalda que la exposición a desafíos adecuados fortalece la resiliencia y fomenta la autonomía, (habilidades clave para su bienestar futuro).

2.2. Evita la sobreprotección

  • Error: Sobreprotegerlos.
  • Alternativa: Permitirles cometer errores y aprender de ellos.

La tendencia actual a la “crianza helicóptero” puede limitar el desarrollo de la autonomía en los niños. Estudios indican que los padres que actúan de forma excesivamente protectora tienden a generar en sus hijos dificultades para enfrentar la adversidad, lo que afecta su capacidad para tomar decisiones de manera independiente y gestionar el fracaso.

2.3. Valida sus emociones

  • Error: Decirles “No llores” o “No es para tanto”…
  • Alternativa: Validar sus emociones y enseñarles a gestionarlas.

Reconocer y validar las emociones de los niños es esencial para el desarrollo de su inteligencia emocional. Minimizar o rechazar sus sentimientos puede generar problemas en la regulación emocional, afectando sus relaciones interpersonales y la autoestima a largo plazo.

(Ya os hablé de esto en los artículos sobre las emociones de la Escuela de Niños)

Mejor puedes preguntarle: “¿quieres que hablemos de por qué lloras, o prefieres un abrazo primero?”

2.4. Evita comparaciones negativas

  • Error: Compararlos con otros.
  • Alternativa: Reforzar su esfuerzo y progreso sin comparaciones.

Las comparaciones pueden socavar la confianza y crear un ambiente competitivo que no fomenta el desarrollo personal. En ocasiones, nos encontramos comparándoles con sus hermanos, sus primos…Es más beneficioso centrar la atención en su propio progreso individual, celebrando cada logro y fomentando la autoconfianza de manera personalizada. Cada ser es único e irrepetible.

2.5. Enfrenta la frustración como parte del aprendizaje

  • Error: Evitar que se frustren.
  • Alternativa: Enseñarles que la frustración es parte natural del proceso de aprendizaje.

La frustración, cuando se maneja adecuadamente, se convierte en una oportunidad para aprender la perseverancia y desarrollar estrategias para afrontar situaciones. Enseñar a los niños a lidiar con la frustración es fundamental para que puedan superar obstáculos y crecer tanto emocional como cognitivamente.

2.6. Ejemplo

Aquí propongo un ejemplo de conversación sencilla con un niño de 3 años para ayudarle a gestionar su frustración:

  • Contexto
    Imagina que el niño está intentando apilar bloques y la torre de bloques se cae, lo que le causa frustración.
  • Madre
    Veo que te sientes triste. ¿Qué ha pasado con tus bloques?
  • Niño
    ¡Mi torre se ha destruido!
  • Madre
    Entiendo, te sientes frustrado porque trabajaste mucho en ella. Es normal sentirse así cuando las cosas no salen como queremos.
  • Niño
    [ Empieza a llorar ]
  • Madre
    ¿Sabes qué? A veces, cuando nos sentimos así, podemos tomar una respiración profunda para calmarnos un poco. ¿Quieres intentarlo conmigo?
  • Juntos
    [ Hacen una respiración profunda: “inhala… exhala…” ]
  • Padre
    Muy bien. Ahora, ¿qué te parece si los tres volvemos a intentar apilar los bloques o buscamos otra forma divertida de jugar?
  • Niño
    ¡Vale, otra vez!
  • Padre
    Perfecto. Recuerda, está bien equivocarse; cada intento es una oportunidad para aprender y hacerlo mejor.

Este tipo de diálogo ayuda a validar las emociones del niño, le enseña a reconocer y expresar su frustración y, además, le ofrece herramientas simples (como la respiración profunda) para calmarse y retomar la actividad. El apoyo y la escucha de mamá y papá le hace sentirse amado y seguro.

2.7. ¿Qué error se repite más hoy día?

Aunque cada uno de estos errores tiene consecuencias significativas, la sobreprotección parece ser el más extendido en la actualidad.

  • Contexto actual: En la era digital y ante una percepción constante de riesgos, muchos padres se sienten impulsados a intervenir para evitar cualquier tipo de frustración o daño.
  • Impacto: Esta actitud, aunque bien intencionada, limita la oportunidad de que los niños desarrollen independencia y habilidades para resolver problemas.
  • Evidencia: Diversos estudios en estilos de crianza señalan que la sobreprotección reduce la capacidad de los niños para enfrentar desafíos y gestionar sus propias emociones, lo cual es esencial para su desarrollo integral.

2.8. Conclusión

Criar hijos resilientes no implica eliminar por completo el dolor o la frustración, sino proporcionarles un entorno seguro en el que puedan aprender de sus errores y enfrentar desafíos de manera gradual. Cada uno de los errores mencionados puede tener consecuencias negativas si se lleva al extremo, pero la sobreprotección destaca como la práctica que, en el contexto actual, limita de forma significativa el desarrollo de la autonomía y la resiliencia en los niños.

Esta reflexión es una invitación a los padres a reconsiderar vuestros métodos y a encontrar un equilibrio que combine el apoyo con la libertad de explorar y aprender del mundo.

¿Por qué es importante la autonomía?

Permitir que un niño de 3 años comience a hacer las cosas por sí mismo es fundamental para su desarrollo integral. Aquí os explico algunas razones clave:

  • Fomenta la autoconfianza y la autoestima: Cuando el niño logra realizar tareas por sí mismo (como vestirse, alimentarse o jugar de forma independiente) se siente exitoso y capaz. Esta sensación de logro refuerza su confianza en sus propias habilidades y contribuye a una autoestima saludable.
  • Desarrolla habilidades motoras y cognitivas: Las actividades autónomas estimulan tanto el desarrollo motor (por ejemplo, la coordinación al manipular objetos) como el cognitivo (resolver problemas simples y tomar decisiones). Este proceso de exploración y experimentación es esencial para aprender y adaptarse a nuevas situaciones.
  • Enseña a aprender de los errores: Permitir que el niño experimente y, en ocasiones, falle en sus intentos, es clave para que entienda que equivocarse es parte natural del aprendizaje. Esto le ayuda a desarrollar fortaleza y a buscar soluciones por sí mismo ante futuros desafíos.
  • Promueve la independencia y la responsabilidad: La autonomía desde una edad temprana le permite al niño ir construyendo una base para ser más independiente. Aprender a realizar tareas cotidianas de manera autónoma contribuye a que, a medida que crezca, asuma mayores responsabilidades y se sienta cómodo tomando decisiones.

Aunque el acompañamiento y la guía de los adultos son necesarios, es igualmente vital permitir que el niño explore y aprenda a través de su propia experiencia.

Si haces demasiado por tus hijos, estás aumentando tu autoestima robando la de ellos  Dr. Daniel Amen (Autor de “Cambia tu cerebro, cambia tu vida”)

Bibliografía y Fuentes Recomendadas

Aquí os dejo algunas referencias y fuentes que os pueden servir de apoyo para profundizar en estos temas:

  • Gottman, J. M., & DeClaire, J. (1997). “El corazón de la crianza: Cómo criar a un niño con inteligencia emocional”, Simon & Schuster:
    Este libro es un referente en el ámbito de la inteligencia emocional en la infancia. Explica la importancia de validar las emociones y enseñar a los niños a gestionarlas, lo que contrasta con frases como “no llores” o “no es para tanto”.

  • Dweck, C. S. (2006). “Mindset: The New Psychology of Success”. Random House:
    En esta obra, Dweck analiza cómo enfrentar desafíos y cometer errores forma parte esencial del aprendizaje y del desarrollo de una mentalidad de crecimiento. Es muy útil para entender por qué permitir que los niños enfrenten sus propios desafíos es tan importante.

  • Seay, A., & Kohl, G. (2011). “Crianza helicóptero: sus efectos en el funcionamiento infantil y familiar” Journal of Child and Family Studies, 20*(3), 354-363:
    Este estudio analiza el impacto negativo de la sobreprotección (conocida popularmente como “helicopter parenting”) en el desarrollo de la autonomía y la capacidad para enfrentar frustraciones.

  • Schiffrin, A., & Liss, M. (2017). “The Role of Helicopter Parenting in Emerging Adults’ Emotional Well-Being” Journal of Child and Family Studies, 26*(1), 259-269:
    Aquí se explora cómo un estilo de crianza excesivamente protector puede influir en el bienestar emocional de los jóvenes, aportando evidencia sobre los efectos de limitar el enfrentamiento de fracasos y frustraciones.

  • American Psychological Association (APA):
    Puedes buscar artículos relacionados con “Helicopter Parenting” y la crianza basada en el reconocimiento emocional en el sitio web de la APA: www.apa.org

  • American Academy of Pediatrics (AAP):
    En el sitio de la AAP encontrarás recursos y artículos sobre cómo construir resiliencia en los niños y promover una crianza equilibrada: www.aap.org

Estas fuentes nos ofrecen una visión amplia sobre la importancia de permitir a los niños enfrentarse a sus desafíos, aprender de sus errores y desarrollar resiliencia, evitando caer en prácticas de sobreprotección. Cada una de ellas respalda la idea de que el crecimiento personal y la capacidad de gestionar las emociones se fortalecen precisamente cuando se les brinda la oportunidad de aprender a través de la experiencia y el error.

Yo creo que lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es permitirles hacer las cosas por sí mismos, permitirles ser fuertes, permitirles experimentar su vida bajo sus propios términos, permitirles tomar el metro… dejarles ser mejores personas, dejarles creer más en sí mismos  C. JoyBell C.

🙏🏽 Gracias por tu compromiso en el desarrollo de tus hijos.


Contenido bajo
Licencia 4.0